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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Diálogos con la obscuridad

-"Tú que eres antes que la luz, eres a pesar de la luz, y persistes después de la luz, dime, pues has de tener sabiduría eterna e infinita, ¿qué sentido tiene vivir si hemos de morir?"

Y la obscuridad me contestó:

-"¿Qué sentido tiene la vida? Esa es una pregunta tonta. No puedes recibir esa respuesta, porque no la entenderías. ¿Qué sentido tiene que preguntes si nada tiene sentido según tú?"

-"Precisamente busco una respuesta, porque quiero encontrar un sentido."

-"¿Te has puesto a pensar, entonces, que si la vida tiene un sentido, será porque no hay libre albedrío? Y si no tienes libre albedrío, ¿para qué quieres respuestas, si no vas a poder cambiar nada?"

-"Yo creo en el libre albedrío."

-"¡Ah, crees que puedes elegir entre diferentes opciones con total impunidad! Bien, si crees eso, entonces, ¿para qué quieres saber el sentido de la vida? Porque debes saber que toda acción que hagas, tendrá consecuencias."

-"Precisamente es porque quiero saber qué hacer con mi vida, porque busco una respuesta al sentido de la vida, para saber cómo encajo en estos engranes universales que me sobrepasan. ¿Con qué sentido estudio, con qué sentido hago amistades, con qué sentido trabajo?" Mi problema es que si encuentro una meta, al final de mi vida nada tendrá sentido."

-"No. Muy mal. Estás como quien tiene sed pero no bebe porque necesita estar saciado para poder recibir líquidos en el cuerpo. Ni avanzas ni dejas avanzar. Si crees en el libre albedrío, entonces ve qué puedes aportar tú al universo. Sé una parte activa, no pasiva. Haz, no esperes. Crees que hay libre albedrío, bien, entonces hubo una voluntad creadora que hizo todo con un sentido, y tú eres parte de ello, por lo que no te dejó solo. Ve tus capacidades y poténcialas, ve tus defectos y disminúyelos. Así creces tú haciendo algo por los demás."

-"¿Y si no existe el libre albedrío?"

-"En ese caso, todo ya está escrito, sólo déjate llevar por tus capacidades para potenciarlas, y así sirves al universo."

En ese momento, la obscuridad empezó a alejarse y le supliqué:

-"¡Espera, falta mucho por platicar."

-Tienes un problema, y es que no esperas a que las cosas tengan su momento. Que 10 albañiles puedan hacer una casa en menos tiempo, no significa que 10 mujeres tengan un bebé en menos tiempo. Por ahora, medita lo que te dije, que parece ser demasiado para ti. Yo siempre vuelvo.

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