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Negros pétalos de terciopelo

Ella era una tranquila y limpia sala de espera, soleados días y horribles padres. Ella era una muñequita, un zafiro, una delicada rosa ...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Luis Gonzaga Urbina

Poeta mexicano que nació en la pobreza y que poco a poco fue forjándose hasta ser una de las figuras literarias más importantes del mundo hispano. Vivió en la época de fines del Porfiriato y principios de la revolución.

Tiene un estilo muy refinado y difícil de catalogar dentro de un género particular. Sus temas son sobre el amor, aunque con un tono muy obscuro que realmente revela un fundamento religioso muy profundo, mismo que le hace no temer a la muerte. Les comparto mi poesía favorita:

METAMORFOSIS



Y otras dos que muestran esa tendencia espiritual a lo trascendental, aunque pueda caer en lo tenebroso:

LA VISITA


LA BALADA DE LA VUELTA DEL JUGLAR


Panteón de Mezquitán

Hace algunos años yo era asidua visitante del panteón de Mezquitán, disfrutaba bastante la tranquilidad que el recinto transmitía, el canto de las aves, el susurrar del viento, ese característico olor a flores marchitas y humedad, el perfume de la desolación…


Caminar entre las tumbas mirando epitafios, historias tristes, y darse cuenta cuan frágil es la vida, cuanto dolor y sufrimiento causa una partida al más allá.

El panteón de Mezquitán tiene sus divisiones de clases sociales y religiosas. Están la colonia Alemana y la colonia Francesa. También podemos ver cruces, estrellas de David, cruces celtas, monumentos paganos, etc. 

Encontramos la sepultura más pobre y olvidada, y nos topamos un majestuoso mausoleo de arquitectura caprichosa, como lo es el de la familia Flores, que se impone soberbio y en el cual no se escatimaron gastos.

A mí me encantaba recolectar toda clase de cachivaches de los cementerios, aunque después era reprendida por mi madre. Ella alegaba que sólo traía malas energías a la casa, en mi pepena de tesoros traía piedras, huesitos, cristales de ventanas quebradas por el tiempo, cosillas pues, inofensivas; pero había cosas que no me atrevía ni a tocar, brujerías de todo tipo, morralitos rojos, fotos amarradas, aves degolladas, velas negras, ropa amarrada con listones rojos o negros. En una ocasión, en el mausoleo de la familia Flores, encontré dos frascos, en cada uno metieron un gallo, tal vez vivo, con chiles de árbol y otros objetos que no recuerdo. Me daba tristeza ver cómo un animal era víctima de la perversidad humana, que no sólo se le quitaba la vida a un inocente gallo, si no que la finalidad era dañar a una persona.

Era muy usual encontrar este tipo de brujería dentro de de las fosas que estaban colapsadas. Yo era más inocente, solía escribir en un papelito un deseo y meterlo en unas pequeñas puertitas que tienen algunas tumbas, esperaba que los muertos intercedieran por mi desde el más allá. A las orillas encontraba algunos restos humanos, féretros carcomidos por los años, eran de aquellos que habían sido olvidados por sus familiares.

El panteón de Mezquitán fue puesto en función el 2 de noviembre de 1896. Ciento diecisiete años de historia, ciento diecisiete años de agonía que se pueden sentir con sólo caminar por sus andadores.

El panteón de Mezquitán se encuentra en la ciudad de Guadalajara en la avenida Federalismo, entre las calles de José María Vigil y Avenida de los Maestros. Es un lugar lleno de misticismo, que debes de visitar ya sea vivo o muerto.

Diálogos con la obscuridad

-"Tú que eres antes que la luz, eres a pesar de la luz, y persistes después de la luz, dime, pues has de tener sabiduría eterna e infinita, ¿qué sentido tiene vivir si hemos de morir?"

Y la obscuridad me contestó:

-"¿Qué sentido tiene la vida? Esa es una pregunta tonta. No puedes recibir esa respuesta, porque no la entenderías. ¿Qué sentido tiene que preguntes si nada tiene sentido según tú?"

-"Precisamente busco una respuesta, porque quiero encontrar un sentido."

-"¿Te has puesto a pensar, entonces, que si la vida tiene un sentido, será porque no hay libre albedrío? Y si no tienes libre albedrío, ¿para qué quieres respuestas, si no vas a poder cambiar nada?"

-"Yo creo en el libre albedrío."

-"¡Ah, crees que puedes elegir entre diferentes opciones con total impunidad! Bien, si crees eso, entonces, ¿para qué quieres saber el sentido de la vida? Porque debes saber que toda acción que hagas, tendrá consecuencias."

-"Precisamente es porque quiero saber qué hacer con mi vida, porque busco una respuesta al sentido de la vida, para saber cómo encajo en estos engranes universales que me sobrepasan. ¿Con qué sentido estudio, con qué sentido hago amistades, con qué sentido trabajo?" Mi problema es que si encuentro una meta, al final de mi vida nada tendrá sentido."

-"No. Muy mal. Estás como quien tiene sed pero no bebe porque necesita estar saciado para poder recibir líquidos en el cuerpo. Ni avanzas ni dejas avanzar. Si crees en el libre albedrío, entonces ve qué puedes aportar tú al universo. Sé una parte activa, no pasiva. Haz, no esperes. Crees que hay libre albedrío, bien, entonces hubo una voluntad creadora que hizo todo con un sentido, y tú eres parte de ello, por lo que no te dejó solo. Ve tus capacidades y poténcialas, ve tus defectos y disminúyelos. Así creces tú haciendo algo por los demás."

-"¿Y si no existe el libre albedrío?"

-"En ese caso, todo ya está escrito, sólo déjate llevar por tus capacidades para potenciarlas, y así sirves al universo."

En ese momento, la obscuridad empezó a alejarse y le supliqué:

-"¡Espera, falta mucho por platicar."

-Tienes un problema, y es que no esperas a que las cosas tengan su momento. Que 10 albañiles puedan hacer una casa en menos tiempo, no significa que 10 mujeres tengan un bebé en menos tiempo. Por ahora, medita lo que te dije, que parece ser demasiado para ti. Yo siempre vuelvo.

Terciopelo Azul

Todas las noches duermo entreverado en una colcha de terciopelo azul.

Con su cálido abrazo me recuerda los ayeres donde el amor me favoreció.

Su tersa textura es similar al de las dulces cimas de tus pechos que antaño pude probar.

El calor que me entrega no es si menor al que alguna vez me compartiste en esa noche fresca de comienzos del invierno, en la cual fugazmente abriste cada rincón de tu cuerpo, probé tu ser y me adentre en tu alma, quedando impregnado de manera permanente en mí, ese sentir caprichoso de tu cuerpo en los circuitos sensoriales que circulan en esta informe masa de pellejo, carne y huesos que soy yo.

Ahora, al apreciar que la única compañía en éste mi lecho no es más que aquel suave cobertor de terciopelo azul, me siento un momento, antes de entregarme al sueño, en medio de la fiesta de los otros, a contemplar la oscuridad de mi cuarto, esperando que, con la luz que un día vislumbré en esos grandes ojos negros tuyos, ilumines esta sola habitación y vuelva a  escuchar de esos añorados labios tuyos un te quiero.

En defensa del desencanto

La sociedad actual es partidaria de la felicidad. Sólo basta por una caminata en alguna calle importante para ser bombardeado por la idea. Pasar por los aparadores y ver fotos de modelos de sonrisas resplandecientes, mensajes optimistas como eslóganes de tratamientos reductivos, abrir una revista del puesto de periódicos y ver que en sus anuncios hasta el cereal te trata de vender la idea de que su consumo logrará que la felicidad invada tu vida.

El sentido de la vida en una sociedad como la nuestra se construye a partir de mostrar a la felicidad como la meta máxima, ese ideal al cual todos debemos aspirar, y una vez obteniéndolo la vida misma no requeriría de ningún otro complemento. Habríamos triunfado, y con ello el propósito de nuestra existencia en este mundo se vería completado.

Pareciera que no hay otra opción para la gente que no sea la felicidad, el optimismo. ¿Qué podemos hacer nosotros, los taciturnos, ante tal avalancha de sonrisas y mensajes positivos? Por lo general huimos, buscamos cobijo de esa dictadura totalitaria del optimismo en el impenetrable castillo de nuestras mentes.

¿Pero por qué tenemos que recluirnos mientas el mundo se lo quedan los optimistas, esos buena vibra que ven en cada día soleado la realización de habitar un mundo mejor? ¿También, qué posición le dejamos a los días grises, a los lugares oscuros, a los climas fríos?

¿Por qué tiene que ser todo luz y calor?

Francamente veo un problema mayúsculo en ello. La felicidad ciega. Corta la visión crítica.

¿Cómo puede cambiar algo cuando se concibe que en el mundo todo está bien. Sin quejas, sin reclamos, sin momentos de reflexión. Así es un mundo feliz, como lo expresaba Huxley?

Si vivimos en la eterna felicidad ¿por qué nos interesaría la introspección? Esta se vuelve innecesaria en un mundo donde el optimismo es la respuesta ante todo.

Si no hay quejas, tampoco habría cuestionamientos. No habría avance.

No se podrían desear utopías. Es imposible imaginar un mundo mejor cuando se está conforme con el que se vive.

Al anular la posibilidad de experimentar el desencanto, sea como tristeza, enojo o frustración, también anularíamos la posibilidad del pensamiento crítico, y en consecuencia a la larga anularíamos la posibilidad de que el hombre avanzara de su estado inicial de naturaleza pura, a la complejidad material y de pensamiento en la que hoy está inmerso.

Nos olvidaríamos de las ciencias, del arte, de la filosofía. Habría respuestas fáciles y sonrisas; pero no habría reflexión, no habría nada. Seguiríamos viviendo como otra especie animal en este mundo, preocupados únicamente de comer, reproducirnos y no ser devorados.

La belleza del desencanto está en que te pone directamente ante la abrumadora realidad que compone al mundo... y ello te da la posibilidad de cambiarlo.

¿Por qué conformarnos con lo que es cuando podríamos plantear cómo debería ser?

El aceptar las situaciones de infelicidad y desencanto es el primer paso para poder transformar la realidad en la que vivimos.

Visitando a los Muertos

Luna llegó al panteón de Mezquitán a las 5:45 pm. Entró muy sigilosa asegurándose de que nadie la viera entrar. Se acordó verse con Demian a las 6:30 en el mausoleo de La familia Flores, por mientras, se escondió en la colonia Alemana, se recostó entre las tumbas y esperó a que terminaran de dar su rondín los vigilantes del cementerio. No se podía arriesgar a que la atraparan. 3 minutos antes de las 6:30 salió del escondite, se sacudió la tierra de la ropa y caminó hacia el imponente mausoleo de los Flores, ahí a la puerta estaba ya Demian esperándola con una sonrisa que le erizó la piel.

-Luces Hermosa Luna -dijo Demian en voz baja, observando de arriba abajo a su novia, que iba vestida de falda larga y corset de terciopelo negro, botas mineras de charol y una hermosa gargantilla de piedras moradas, que resaltaba hermosamente con su piel morena y larga cabellera.

-¿Qué tanto me miras? ¡Abre eso que si no, nos pillarán! -dijo Luna, señalándole las puertas del sótano hacia las criptas del mausoleo.

Demian se agachó y jaló con fuerza de los aros metálicos de las puertas haciendo un gran escándalo.

-¡Diablos, están atascados! -exclamó Demian limpiándose el sudor de la frente, mientras volteaba asustado a los alrededores para verificar que nadie se avecinara. Volvió a dar otro tirón hasta que por fin se abrieron las puertas. Luna fue la primera en bajar las escaleras llenas de escombro, tras ella Demian bajó y cerró las puertas dejando un trozo de madera entre ellas, para que no fueran a quedar atrapados.

El olor a humedad era intenso y todo aquello estaba lleno de polvo, vidrios rotos, telarañas; al centro de las criptas se encontraba un pequeño altar, que era usado para colocar el féretro mientras se ofrecía una ceremonia religiosa.

-¡Mira! He encontrado un hueso -dijo Demian, levantándolo y escondiéndolo inmediatamente detrás de su espalda.

-Déjame verlo -dijo Luna.

-Dame un beso y te lo muestro -dijo Demian, a lo que se acercó Luna y lo besó en los labios.

-Ahora, muéstramelo pues -dijo Luna con una voz muy seductora, y Demian se bajó el cierre del pantalón dispuesto a sacar su miembro.

-¡No! ¡Eso no! Que me muestres el hueso, no tu pene, depravado -dijo Luna riendo.

-De todos modos te voy a mostrar los dos -dijo Demian estrechando a Luna entre sus brazos y besándola apasionadamente. Luna se dio cuenta de la erección de Demian y se excitó tanto que empezó a sentir cómo se humedecía su vagina y palpitaba su clítoris; Demian empezó a desanudar su corset hasta poder bajarlo para descubrir sólo sus pechos para probarlos y morder sus pezones. Luna se volvía Loca y le enterraba las uñas en la espalda. Le mordía el cuello, hasta que Demian no pudo más, puso de espaldas a Luna y la inclinó sobre el altar, le levanto la falda y le bajó los calzones, se desabrochó rápidamente el fajo, se bajó el pantalón y sacó su miembro para rosar la vagina toda mojada de Luna. Una vez que su glande estuvo bien colocado, le dio una fuerte metida que a Luna se le escapo un gemido. Excitó tanto a Demian que la envistió con más fuerza. El choque de la pelvis con las nalgas de Luna, hacía un fuerte eco en las criptas. Demian tuvo que bajar la intensidad de sus envestidas para evitar que los descubrieran. A punto de eyacular, retiró su pene, tomó del cabello a Luna, la hincó en el suelo, puso el pene en sus labios y eyaculó en su boca.

-¡Qué hermosa te ves, con tu boca escurriendo semen! -dijo Demian riendo.

-¡Sabe horrible esto! -dijo Luna limpiándose la boca con la mano.

-Pero te gustó, ¿o no?

- ¿Y el hueso que me ibas a mostrar?

-En el suelo -señaló Demian.

-Qué hermoso es, ¿será del viejo Don Jesús Flores?

-Sepa… es hora de irnos amada mía -dijo Demian con voz fatigada.

Loryen Zeytin, ¡a la reja!

Para conocer el por qué estas entrevistas se llaman así, pica este enlace

Loryen Zeytin es una artista brasileña. Su principal medio de expresión es el baile del vientre (Belly dance), al cual fusiona con el heavy metal dando un toque sublime, y al que ella llama “Belly Metal”. Brasil es un país de hermosas mujeres trigueñas; pero la belleza de Loryen cumple con los requerimientos nórdicos para llamar la atención de cualquier gótico. Sin embargo, su estilizada figura, y finos rasgos faciales, así como sus largos, sedosos y negros cabellos, acompañados por una mirada dulce y llena de ternura, hacen de ella una obra maestra de la naturaleza. No en vano también hace sesiones de fotografía.
 
(Nota: Loryen habla español; pero su lengua madre es el portugués, quizá por eso nos suenen raras sus respuestas, ya que no lo domina. He decidido sólo hacer correcciones de ortografía para respetar la idea original de ella, y además, como una muestra de agradecimiento al esfuerzo que todo extranjero hace por aprender este bello idioma).

Asura: Gracias por tu tiempo. Es realmente un honor tener a tan gran artista con nosotros. ¿Nos puedes platicar de tus inicios, influencias? ¿Por qué este tipo de baile y no alguno otro?
Loryen: ¡Hola, Asura! Muchas gracias por su interés y por la entrevista. Yo empecé la danza árabe en 1998, cuando tenía 16 años y ¡nunca más pare! En esa época ese tipo de danza no era aún popular en Brasil, yo nunca había visto ninguna bailarina danzando el belly dance y pienso que esa fue una de las razones por la cual me encanté con ese tipo de baile: su exotismo. Ya he practicado otros tipos de danza como el flamenco y el tango pero nada me toca más el alma que la danza oriental. A mí me gusta mucho la libertad que esa danza me proporciona al crear las presentaciones. La música árabe me encanta, me emociona. Todas mis maestras tuvieron una gran influencia en mi danza pero sigo siempre buscando inspiración en bailarinas de todo el mundo y nunca dejo de hablar de mi eterna inspiracion, Saida.



A: ¿Cómo influyó Saida en tu arte?
L: Nunca intente copiar el estilo de Saida o bailar exactamente como ella, pero su perfección en los movimientos, su expresión corporal y su elegancia me encantan y me siguen inspirando a buscar una danza bien hecha y que pueda encantar al público.

 
A: También te gusta el género del metal, ¿algún grupo en especial que te guste? ¿Qué otros géneros te gustan? 

L: Sí, desde los 11 años a mí me gustaban las bandas de rock como Los Ramones, Faith no More, Red Hot Chilli Peppers, Guns N'Roses. Cuando tenía 13 años empecé a oír el metal junto con amigos y las primeras bandas que oí fueron Black Sabbath, Ozzy, Metallica, Blind Guardian y Helloween. El metal es una gran pasión, podría citar muchas bandas pero algunas de las que siempre sigo oyendo son: Blind Guardian, Iced Earth, Mercyful Fate, King Diamond, Manowar, Virgin Steele, Iron Maiden, Metallica, Candlemass, Tuatha de Dannan, Therion, Rage, Running Wild y Orphaned Land. Por supuesto que oigo mucha música árabe clásica y moderna también. A mí también me gusta el tango y como mi madre lo oye todos los días, oigo mucho también. Las músicas folclóricas como la música andina y la música celta también me encantan, a mí me gustaría tener más tiempo para oír todos esos tipos de música.
 


A: ¿Cómo ves la situación del arte en Brasil? ¿La gente apoya a los artistas o los ignoran? ¿Cómo te sientes ante esta situación?
L: Bueno, voy a hablar solamente sobre la danza porque es el arte que más observo. Pienso que acá en Brasil la mayoría de las personas no están acostumbradas a apreciar una presentación de danza, entonces lo que vemos es que el público que va a las presentaciones son las personas que practican la danza o las personas próximas a los artistas. Lo mismo en las presentaciones de grandes bailarinas de danza árabe, la mayoría del público es constituído por alumnas de danza. Necesitamos mostrar más nuestro arte y crear una conexión con las personas que no están acostumbradas con ese tipo de arte. Siento que debemos trabajar para cambiar esa situación.

A: Debido a lo anterior, me gustaría saber, ¿trabajas en algo aparte de hacer arte o te dedicas de tiempo completo al baile?
L: En realidad, no trabajo con la danza. Ya di algunas clases y ya fui contratada para danzar en fiestas y eventos, pero estoy formada en Letras y trabajo en una escuela de lenguas.

A: Así que también te gusta la literatura, ¿nos compartes un poco de esa afición?
L: Sí, mi nombre artístico, Loryen, lo tiré (quiso decir "lo saqué") de los libros de J.R.R. Tolkien. Me gustan mucho también las historias de terror de Edgar Allan Poe, Bram Stocker, Stephen King, las distopías como Lord Of The Flies de William Golding y también los libros de fantasía como Peter Pan de Barrie. Uno de mis libros favoritos es El Perfume de Patrick Süskind.




A: Volviendo a tu danza. En el arte, el mensaje que la gente recibe no siempre es el mismo que el artista quiere expresar. ¿Tienes algún mensaje dentro de tu arte, que la gente no haya visto?
L: Algunas personas me han criticado por unir el metal y la danza árabe. Pienso que el artista debe tener la libertad de expresarse como quiera y como más le gusta, entonces ese es mi mensaje.

A: ¿Algún artista o persona a la que admires, además de Saida?
L: Sí, muchos. Mis ídolos de adolescencia siempre estuvieron relacionados al mundo del metal. Admiro a las bandas que durante tantos años hacen lo que hacen porque a ellas les gusta y resisten a tiempos difíciles para ese tipo de música, resilientes. Debo citar Ronnie James Dio, que resistió bravamente hasta el final. Y si pudiera encontrar con uno de mis ídolos hoy, eligiría King Diamond.

A: ¿Entonces por qué elegiste Loryen Zeytin como tu nombre artístico en lugar de un nombre tributo a ellos?
L: ¡¡En la época no tuve la idea, pero si pudiera haber elegido el nombre Melissa!! Me acuerdo de que no podía encontrar un buen nombre árabe, que era lo que todas las bailarinas hacían acá en la época, entonces elegí Loryen por causa de Lothlórien, la floresta de los elfos de Tolkien y después añadí Zeytin, que en turco es el más próximo de mi nombre verdadero Olivia.



A: He visto que también modelas. ¿Haces otras formas de arte, además del baile principalmente, y el modelaje en segundo lugar?
L: En realidad, no me considero modelo. A mí me gusta muchísimo hacer las fotos, pero solamente para la promoción de la danza o como "hobby". Me encantaría saber tocar la guitarra, ya lo intenté pero pienso que empecé tarde demás, con 27 años y lo quité (dejé) dos años más tarde. Esa es mi gran frustración en la vida en realidad, pues amo la música.


 
A: El baile del vientre tiene sus orígenes en Arabia, y en esa cultura fue considerado un baile erótico que sólo prostitutas podían bailar. Algo similar pasa con el baile en tubo (pole dance), que no es lo mismo que el desnudo en tubo (pole streap). Sobre esto quiero profundizar un poco 
¿Cómo ves tú la evolución del baile del vientre, que dejó de ser un baile de prostitución para convertirse en arte?
L: Desafortunadamente, la discriminación con el baile árabe ocurre aún en los países en que se originó esa danza como el Egipto. Las bailarinas son perseguidas y criticadas. Sigue la mentalidad de que una danza tan sensual debe ser hecha por la mujer a su marido solamente. En estos países, la danza representa una amenaza a los valores. Acá en Brasil, afortunadamente, el baile árabe es tratado por todos como arte. Conocemos las bailarinas y sabemos que llevan una vida común, que son casadas, tienen hijos y son muy profesionales en su trabajo. Pero para mí, la danza siempre es arte.


A: ¿Crees que suceda lo mismo con el baile en tubo, que se logre quitar el estigma de ser un baile de prostitutas? 

L: Sí, hoy ya hay muchas personas practicando el baile en tubo solamente por la danza.

A: Recuerdo que cuando vino el cantante de pop turco, de nombre Tarkán, a México, la producción de una televisora le quiso poner bailarinas como tú, para que le apoyaran mientras cantaba. Él rechazó rotundamente porque decía que era un baile denigrante para las mujeres. ¿Qué opinas al respecto? 

L: Todos saben que a Tarkán le gusta bailar, entonces quizá no quería competidores. Pero en todo caso, es triste que la danza árabe sea tratada de esta manera por personas que vienen de sus países de origen mientras en el occidente la danza árabe sea cada día más valorada.


A: En gimnasia y en ballet, hay repercusiones en los cuerpos de quienes los practican, ¿el baile del vientre genera algún malestar a largo plazo? Recuerdo que la cantante Shakira se quejaba de daños en su espalda.
L: Si la persona no tiene ningún problema anterior y practica la danza correctamente, haciendo estiramiento y sin grandes excesos, no creo que haya problema. Pero si la persona ya tiene algún problema, tiene que estar atenta. Conmigo lo que pasa es que ya tenía problema en la rodilla derecha, entonces cuando bailo mucho, me duele.
 

A: Entonces, ¿recomiendas la práctica del baile del vientre para cualquier mujer que desee hacerlo? 
L: Sí, a cualquier mujer que no tenga ningún problema de salud que le impida hacerlo.

Hasta de cabeza se ve bien
 
A: Tienes una sonrisa encantadora; pero la usas poco, ¿es parte de la elegancia del baile? (Personalmente te aconsejo que uses más tu sonrisa, te hace brillar). 

L: ¡¡Gracias!! Sí, eso es una cosa que muchas personas comentan, que sonrío poco en la danza. Esa es una característica muy personal de cada bailarina, algunas sonríen todo el tiempo y otras, como yo, sonríen menos. La personalidad contribuye mucho en esa cuestión, algunas personas naturalmente sonríen más que otras. Pero pienso que la sonrisa no debe ser una regla, la bailarina debe transparecer (transpirar) lo que siente en cada música y no usar expresiones falsas para intentar agradar al público.

 
A: Cambiando de tema a algo que, como escritor y amante de los idiomas, me preocupa. ¿Por qué los que hablan portugués nos entienden a los que hablamos español y nosotros a ustedes no? ¿A qué crees que se deba? 

L: ¡¡No lo sé!! ¡¡¡Pero todo brasileño sabe hablar portuñol!!! ¿Quizá sea porque tenemos hispanohablantes alrededor de todo nuestro país? Buena pregunta...

A: Jeje, para tus clases de idiomas, se la preguntes a tus alumnos o se la dejes de tarea.

Finalmente, ¿cómo te puede contactar la gente, y en qué idiomas?

L: Pueden contactarme en portugués, inglés, español y francés. En el último necesitaré la ayuda de mi maestra ¡pero para mí es un buen entrenamiento!

A: ¿Algún mensaje final a los lectores?
L: A mí me gustaría agradecer a todos los que han apoyado e incentivado mi danza. Para los que no conocen mi trabajo, tengo un canal en el Youtube y en una página en Facebook para divulgaciones. Estoy siempre abierta a críticas y sugestiones (sugerencias) de todos. ¡¡¡Muchas gracias!!!

Una antigua angustia: La muerte

La muerte está ahí, acechándonos como depredador a su presa, lista para saltar sobre nosotros y tocarnos con su helado tacto. A donde sea que vayamos va siempre detrás, esperando el menor descuido para tomarnos por sorpresa, y, otras tantas dejando mensajes esporádicos de su próxima llegada, a través de un malestar o padecimiento. Y sin embargo el rozagante de salud y juventud no repara en ello. Y aunque muchos se pierdan en el gozo de la salud y la dicha de la juventud, sumergidos en un mundo materialista y postergando esta preocupación para la vejez, o sintiéndose conformes con lo que les promete alguna religión, la angustia no merma, sigue ahí haciendo eco en nuestra mente como el tic tac de un reloj que marca una cuenta regresiva.

Cualquiera de nosotros al pensar en ello sentimos la angustia de manera distinta, posiblemente como la comprensión de aquello que parece ser una ley que escapa a nuestro entendimiento y que marca un destino inevitable para todos. Podemos creer o no en lo que nos convenga respecto al fin de nuestra vida, trátese de un viaje de nuestra alma hacia el lugar que determine una fuerza superior; así también, como la visión de un ciclo interminable en el que nacer y morir no son cosas distintas, y donde nuestra alma no tiene ningún destino en algún otro plano de la existencia (y pensar que esto en sí ya representa un problema, pues el hecho de encontrarnos con la nada ya supone una inquietante angustia). Sin embargo, además de estas dos ideas existe una más que nos habla sobre un principio y un fin para todas las cosas en el universo; pero, que a su vez, nos habla de un retorno donde lo único que prevalece como inmutable e imperecedero es esta ley cósmica alimentada por una energía universal.

Es precisamente esta última idea de la que quiero partir. No es mi propósito hablar de la muerte de acuerdo a conceptos o ideas contemporáneas siguiendo una cadena de divagaciones, o peor aún, sobreexplotando temas de tradiciones de las que ya hemos escuchado en repetidas ocasiones durante el mes de noviembre. Prefiero hablar un poco de algo de lo que humildemente sé y me apasiona para conducir este texto hacia algo diferente y rumbo a un pasado remoto.

Sumeria es una milenaria civilización quizás no tan popular como podría ser la egipcia, la hindú o alguna otra de Mesoamérica, pero que, sin embargo, resulta interesante conocer un poco de ella, ya que es nombrada la cuna de la civilización. Así también resulta interesante indagar sobre el concepto que se tenía de la muerte en su religión, dentro de esta ley universal del eterno retorno. Por último, para volver al tema esencial, la angustia, haré mención de una historia que lleva el sello de esta antigua y casi olvidada civilización. La epopeya de Gilgamesh. Un soberano de la ciudad de Uruk, quien después de algunas peripecias comenzó a comprender lo efímero de la vida y decidió trascender haciendo de su nombre un nombre eterno.

Seis mil años antes de nuestra era tuvo lugar el nacimiento de la más antigua civilización de la historia humana, Sumeria. Entre los ríos Tigris y Éufrates, una serie de poblaciones habrían de transformarse en las ciudades más antiguas del mundo. Una zona que fue conocida por los antiguos griegos como Mesopotamia (país entre ríos). Sus principales dioses se encuentran divididos en dos triadas: An (Cielo), es el dios principal, seguido de Enlil (Aire), considerado el caudillo de los dioses y por último en esta primera triada, se encuentra Enki (Tierra), un dios bondadoso y sabio, guardián de las aguas primordiales Ab-zu. En la segunda triada encontramos a Zu-en, quien tiene por símbolo la Luna, Ud quien es representado por el Sol, y finalmente, la diosa Innana quien tiene por símbolo la estrella de la mañana, Venus (podemos encontrar estos mismos dioses con algunas variaciones que van desde los nombres, hasta algunas de sus características en la religión babilónica).

La religión sumeria consistía en que los dioses se encontraban muy próximos a los hombres, llevando como ellos un papel definido que desempeñar en un determinado sector de acuerdo a su naturaleza, quedando a merced de las incidencias del destino, sean estas buenas o malas. Dicho en otras palabras, debía haber una concordancia entre el plano divino y el humano. Los dioses desempeñan su papel para llevar el orden y control al mundo para que la vida universal fluya. A su vez, los hombres deben formar una sociedad jerarquizada con una repartición de las tareas y funciones, señalando sobre todo, que nada muere más que para dar nacimiento a otra cosa; incluso los dioses no pueden escapar a este destino.

Antes de comenzar me disculpo con el lector por no nombrar todos los acontecimientos y detallar más los mitos de Innana como el de Gilgamesh. He resumido estos con el propósito de compartir lo que considero de mayor relevancia, pero si alguien se ve interesado en leer completos estos mitos o ver un estudio detallado de los mismos, dejaré al final algunos de libros que podrían servir como referencia.

Un mito que ejemplifica a la perfección la visión sumeria del eterno retorno, es el descenso de Innana. La diosa un día decide descender al reino de los muertos, lugar donde reside su hermana Ereshkigal, para tomar el gobierno de dicho lugar. Para ingresar al mundo de los muertos, la diosa debe despojarse de todo lo que lleva y acatar las órdenes que rigen ese lugar. De nada le vale protestar, puesto que su palabra no tiene valor en un lugar que no le corresponde.

Una vez estando frente a su hermana, Ereshkigal dirige hacia ella la “mirada de muerte”, porque ningún viviente, aunque sea divino, puede estar como tal en la tierra de los muertos, por lo tanto, debe morir para tener la condición que amerita el lugar. Innana, antes de partir a la morada de los muertos, pidió a su mensajero que después de determinado tiempo, si ella no volviese, que diera señal a los demás dioses de que algo le había ocurrido. El mensajero al darse cuenta de la prolongada ausencia de la diosa, invoca a los dioses superiores para sacarla de ese lugar. Los dioses se percatan de que la diosa pretendía tomar un lugar que no le correspondía: cada dios, como cada hombre, debe ocuparse de las tareas que le fueron asignadas. Enki, dios de la sabiduría, interviene por ella y Ereshkigal acepta liberar a su hermana; pero a cambio pide a alguien que ocupe su lugar. Innana en un comienzo no sabe quién podría ocupar su lugar; sin embargo, una vez llegando al cielo, se da cuenta que su esposo, el dios Dumuzid, se había estado divirtiendo en su ausencia, por lo que en un signo de despecho decide que quien debe ocupar su lugar es su esposo. Dumuzid, el dios que muere y renace, símbolo del eterno retorno.

Al llegar al mundo inferior, el dios recibe por parte de Innana la mirada de muerte, tal y como lo hicieron con su esposa. Con esto, Dumuzid muere pasando a ocupar el lugar que había dejado Innana. La angustia de Dumuzid es insoportable, por ello se le concedió que cada cierto tiempo, volviera al cielo con su esposa Innana. Su destino marca el inicio y fin de los ciclos en la naturaleza con las estaciones del año. El dios que muere y renace debe volver al hogar de su esposa durante la primavera y verano, y regresar al mundo de los muertos en otoño e invierno.

La primavera y verano son épocas en las que florece la vida, hay abundancia y los seres vivos se reproducen en esta época fértil. Mientras que en otoño e invierno todo en la naturaleza parece morir o dormir, tan sólo para esperar el momento de resurgir nuevamente al inicio del siguiente ciclo.

Todo lo mencionado anteriormente está unido en una especie de mecanismo cuya función es repetir los procesos cósmicos que propician la vida en el universo. Las entidades divinas y el ciclo de la vida y la muerte en el eterno retorno, demuestran así, que ni siquiera los dioses escapan a la muerte. En el universo sumerio queda establecido que aquello que se puede nombrar como eterno, se debe interpretar como aquello que tiene una larga duración, y que en un determinado momento llegará su fin.

Otro ejemplo lo encontramos en las celebraciones del Año Nuevo. En ellas encontramos que el tiempo es una regeneración periódica y, constantemente, se lleva a cabo una repetición del acto cósmico de la creación. Se trata de una restauración donde todo año nuevo es volver a tomar el tiempo en su comienzo, es decir, una repetición de la cosmogonía.

Precisamente la celebración que correspondía al año nuevo llamada akitu, se lleva a cabo la narración de un importante mito sobre la creación. En la ceremonia akitu, el rey tenía un papel importante que desempeñar al replicar los actos de las divinidades en la tierra, y era responsable de la regularidad de los ritos de la Naturaleza y del buen estado de la sociedad. El rey tenía la misión de regenerar el tiempo.

Esta ceremonia duraba doce días, durante los cuales se recitaba el poema de la Creación: Enuma elish, en el templo dedicado al dios Marduck. Este dios enfrenta a la serpiente Tiamat y una vez obtenida la victoria se pone fin al caos. Marduck creó el cosmos con los pedazos del cuerpo desmembrado de Tiamat y creó al hombre con la sangre de Kingu, un demonio al cual Tiamat había confiado las Tablas del destino. El ciclo se cerraba por la hierogamia (boda sagrada) del dios con Sarpanitum, hierogamia reproducida por el rey y por una hieródula (prostituta sagrada) en la habitación de la diosa, y al cual correspondía un intervalo de orgía colectiva.

Ahora bien, después de hablar un poco de los dioses y su reflejo en la naturaleza, pasemos al mundo de los hombres, y he de decir que no hombres ordinarios como tal, sino aquellos personajes que se convirtieron en leyenda, inspirando himnos y una historia que quedó escrita en piedra. La epopeya de Gilgamesh es una historia que quedó marcada en la cultura sumeria y fue heredada a los babilonios o acadios, quienes la modificaron en algunos aspectos, dando un sentido distinto o agregando elementos que no se encontraban en la antigua versión, haciéndola más extensa. Pese a estas transformaciones, aún se conserva en la historia un sentimiento de tristeza o melancolía que refleja el sentido pesimista sobre la vida que tenía el mesopotámico.

El texto más completo aunque mutilado del poema de Gilgamesh fue encontrado en las ruinas de Nínive, entre las tablillas de una colección de obras literarias conocida como la Biblioteca de Arsubanipal de Asiria, que reinó del año 668 al 627, a. C.

Como lo dije anteriormente, la historia de este personaje legendario se encuentra truncada en la versión sumeria, por esta razón contaré su historia de acuerdo a la versión extendida acadia-babilónica, para facilitar el entendimiento de quien no haya tenido un encuentro anteriormente con la epopeya y no se sienta familiarizado. Sin embargo, como ya fue comentado, expondré un resumen de la epopeya de Gilgamesh y al final agregaré a modo de bibliografía, un texto en el que se narra la epopeya detalladamente, tanto la versión sumeria como la versión acadia; además de otras leyendas que se cuentan alrededor de este personaje, traducidas directamente del acadio.

En la versión acadia Gilgamesh es visto como un tirano que atormenta a sus súbditos, es por esto que la diosa madre, escuchando las peticiones de los habitantes atormentados de Uruk, decide crear a Enkidu; una especie de hombre salvaje que vive entre los animales en la estepa, hasta que es civilizado y humanizado por las artes del amor de una hieródula o prostituta sagrada. Después de esto, ella lo lleva a la ciudad de Uruk donde se enfrenta a Gilgamesh. En esta batalla nace una amistad entre ambos personajes, convirtiéndose así Enkidu en una especie de otro yo de Gilgamesh. Esta amistad de cierta manera ennoblece al tirano de Uruk, y a manera de canalizar su fuerza decide marcharse con su amigo en busca de aventuras al Bosque de los Cedros. En la versión sumeria de la historia es aquí donde el héroe observa cadáveres flotando sobre el río Éufrates y comienza a reflexionar sobre lo efímero de la vida, reflexión que lo lleva a intentar trascender de otra manera: haciendo de su nombre un nombre eterno.

El Bosque de los Cedros es custodiado por un monstruo llamado Humbaba, al cual dan muerte ambos amigos. Gilgamesh regresa a su ciudad, engrandecido y arrogante, vitoreado por la multitud, a tal punto que rechaza a la diosa Ishtar (Innana), quien estaba fascinada por la belleza del héroe y a quien había ofrecido sus favores amorosos.

La diosa, herida en su orgullo, acude al dios Anu (An), padre de los dioses, quien cede al capricho de la diosa y crea un Toro del Cielo para castigar al insolente Gilgamesh. Sin embargo, el toro es destruido por éste y su fiel amigo Enkidu. Esta hazaña causa una ofensa y un desafío al poder divino, por lo que el dios Enlil decreta que Enkidu debe morir.

Una enfermedad cae sobre Enkidu, quien a través de los sueños le es revelada su muerte como un presagio. Gilgamesh sufre la agonía de su amigo como si fuese propia, y una vez que Enkidu muere, le llora durante nueve días frente a su cadáver, hasta que ve caer gusanos de su nariz. Es en este momento donde cae en cuenta que él mismo algún día habrá de morir; ya no es el soberano arrogante y fuerte, ahora se siente indefenso y frágil ante la delicadeza de la vida. El impacto que causó en él la escena de los gusanos cayendo de la nariz de su compañero, lo lleva al borde de la desesperación y a una obsesión hacia la muerte.

Rebelado contra su destino, emprende un viaje hasta el fin del mundo para encontrarse con un hombre que sobrevivió al diluvio, y a quien le fue otorgado el don de la vida sin fin; este hombre es el Noé sumerio, Utanapíshtim. Gilgamesh cruza las montañas que sostienen la bóveda celeste y cruza el océano cósmico hasta su encuentro con el héroe del diluvio. Utanapíshtim le explica que el hombre por naturaleza es un ser intrascendente, limitado, mortal. Lo que sucedió con Utanapíshtim (nombre sumerio Zi-ud-sud.du “Vida de días muy largos”) y su adquerimiento de una vida sin fin, se encuentra en el hecho de que siendo el hombre que salvó a la humanidad durante el diluvio, los dioses se reunieron y optaron por darle ese premio. Esto es precisamente lo que le dice a Gilgamesh, y termina por preguntarle “¿Quién reuniría a los dioses para que encuentres la vida que tú buscas?” (Tablilla XI). Los dioses tenían un motivo para apremiar al sobreviviente del diluvio, y a Gilgamesh no le valía el hecho de tener sangre divina para ser apremiado de igual manera. Como prueba de ello, Utanapíshtim le ofrece un reto al soberano de Uruk, que consiste en evitar dormir durante seis días y siete noches. Prueba a la que sucumbió Gilgamesh cayendo dormido; siendo el sueño la imagen y preámbulo a la muerte. Como premio de consolación, Utanapíshtim le ofrece una alternativa, le revela el secreto de la eterna juventud: una planta que éste arranca de las aguas subterráneas. Pero Gilgamesh, mientras se bañaba en una poza de aguas frescas cuando regresaba a su ciudad natal, pierde la planta al ser robada por la Serpiente Primordial. Es casi indescriptible la angustia que embarga al héroe después del hurto de la serpiente. Ésta, al devorar la planta, obtiene el don de la eterna juventud, por lo que cada cierto tiempo muda de piel.

Después de estos acontecimientos, regresa a Uruk un hombre que lejos está de ser aquel personaje altivo, arrogante y orgulloso de su sangre divina. He de mencionar que era una especie de mestizo, hijo de una diosa y de un hombre común, y posiblemente por esto se creía con el derecho de poseer el don de la vida sin fin, como el héroe del diluvio, pues ¿no es acaso la inmortalidad una característica de los seres divinos? Y ¿cómo podía un ser semidivino temer a la muerte? Las respuestas son obvias, la cosmogonía sumeria así lo marca; aquello que se hace llamar eterno no es más que algo de una prolongada vida, que, comparada con la vida de los hombres y de acuerdo a su percepción del tiempo, pareciera eterna. Por ello Gilgamesh no tuvo otra opción que volver a Uruk y su obra humana, para gobernar con sabiduría y justicia hasta el fin de sus días.

La bella historia de Gilgamesh que cautivó por generaciones a los mesopotámicos, nos ofrece una problemática que incomoda al hombre hasta nuestros días, pese a que en la actualidad algunas religiones ya han solucionado este problema como el cristianismo, que ofrece una vida feliz y eterna en el más allá. Sin embargo, la angustia y el miedo prevalecen. La incertidumbre sobre lo que hay o no hay después de la muerte acongoja, pese al intento de trascender con nuestras acciones, ese destino se encuentra patente aguardándonos: “El hombre no puede escapar a la muerte”.

“¿Por qué Gilgamesh, te has dejado invadir por la ansiedad…?
Has perdido el sueño, ¿qué has sacado?
En tus insomnios te has agotado.
Tus carnes están llenas de ansiedad.
Haces que tus días se acerquen a su fin.
La humanidad lleva por nombre
como caña de cañaveral se quiebra.
Se quiebra aun el joven lleno de salud, aun la joven llena de salud.
No hay quien haya visto la muerte.
A la muerte nadie le ve la cara.
A la muerte nadie le ha oído la voz.
Pero cruel quiebra la muerte a los hombres.
¿Por cuánto tiempo construimos una casa?
¿Por cuánto tiempo sellamos los contratos?
¿Por cuánto tiempo los hermanos comparten lo heredado?
¿Por cuánto tiempo perdura el odio en la tierra?
¿Por cuánto tiempo sube el río y corre su crecida?
Las efímeras que van a la deriva del río,
apenas sus caras ven la cara del sol,
cuando pronto no queda ya ninguna.
¿No son acaso semejantes el que duerme y el muerto?
¿No dibujan acaso la imagen de la muerte?
En verdad, el primer hombre era ya su prisionero…
Los Annunaki, los grandes dioses,
reunidos en consejo…
determinaron la muerte y la vida.
Pero de la muerte
no se ha de conocer el día.” (Fragmento Tablilla X)

La incertidumbre que el ser humano siente hacia cualquier suceso y objeto desconocido, la no certeza de lo que viene, el no hallar el modo de comprobar que al partir de este mundo tendremos una nueva oportunidad de enmendar nuestros errores, no tener el tiempo suficiente para hacer todo aquello que hubiéramos deseado, derivado de las incidencias que la vida trae consigo, el despedirnos de seres con los que hemos creado lazos tan fuertes y pensar que nunca más les veremos, el simplemente desaparecer, llegar al Olvido de nuestra existencia. Es tal vez por cuestionamientos como estos, que el ser humano a través de la historia busque desde desarrollos tecnológicos-científicos que prolonguen la vida, hasta la búsqueda de las míticas fuentes de la vida eterna. Este deseo de la prolongación de la vida se ve plasmado en distintas formas de arte. Si observamos nuestro entorno, nos daremos cuenta que el eterno ciclo de la vida y la muerte está ahí, trascendiendo el tiempo y el espacio, como si se expandiera infinitamente, a la vez que se contrae. Y es que el hablar de muerte sin hablar de la vida resulta un tanto complicado, son estos puntos críticos en los que el ser humano resulta en un proceso de introspección infinito, en el que a menudo suele encontrar un sentido trascendente a su vida… “Los hombres viven obsesionados por la inmensidad de lo eterno, por eso nos preguntamos, ¿tendrán eco nuestros actos con el devenir de los siglos? ¿Recordarán nuestros nombres los que no nos conocieron cuando ya no estemos? ¿Se preguntarán quién éramos, la valentía que demostrábamos en la batalla o lo apasionados que fuimos en el amor?”.

Sin embargo, no siempre la muerte ha sido un cuestionamiento tan trágico, porque la muerte es vista también por diversos grupos como un paso más hacia la complementación de los ciclos vida/muerte que el ser humano está experimentando, eso da cabida a un sentimiento de esperanza; dado que se guarda muy dentro la “certeza” de que al morir tendremos algún lugar no físico al cual ir, y en el cual seguir nuestra experiencia espiritual. Esto nos hace sentir (en general) reconfortados.

Por Laura Ochoa


Bibliografía

  • Mircea Eliade. El mito del eterno retorno, arquetipos y repetición. Emecé Editores.
  • Henri-Charles Puech. Historia de las Religiones. Las Religiones Antiguas Vol.1. Siglo XXI.
  • Jorge Silva Castillo. Gilgamesh o la angustia por la muerte, poema babilonio. Colegio de México.

Carta editorial

Mientras dormía, soñé la revista, al despertar, sólo daba vueltas sobre la cama, tratando de recordar cada detalle y me propuse a no dejarlo nada más como un sueño, como muchos otros que simplemente quedaron en recuerdos; así que contacté un buen equipo de colaboradores para dar marcha al proyecto.

En los fragmentos que recuerdo del sueño, el Nombre que se le da a la revista, tiene que ver con el Mes más obscuro y lúgubre, sólo una vez al año en Noviembre se abren las puertas que convocan a los muertos a visitarnos. Noviembre esta lleno de misticismo, de leyendas y gran tradición fúnebre.

Así mismo queremos que la revista Obscuridad de Noviembre, sea un portal que se abra a lo desconocido, a esos temas controvertidos, dar a conocer artistas cuyo trabajo es poco comprendido y acercarlos a lo que acontece en el subterráneo.  



Bienvenidos sean a la primera edición de la revista Obscuridad de Noviembre, esperamos  sea de su agrado y si es posible nos hagan saber su opinión.

Atentamente: Cecilia Mermor.

Luna Amarilla

La noche oscura
viene a visitarte
y la niebla
te obstruye la visibilidad,
nubes espesas
como vapor
de locomotora,
y el jinete se ve
en extraña montaña.
Jinete de la muerte
que hoy te visita
y me visita a mí también,
la muerte ronda
en mis entrañas,
vomito en color amarillo,
amarillo como la luna,
luna de esta noche,
noche de verano,
verano en cementerios,
cementerios grises.

Silencio crepuscular
invade el pensamiento,
y en lo único que pienso
es en esa luna amarilla.

La muerte es amarilla
y la luna también.

Óscar Olivares

Muerte

Tecleo las letras
y no logro
concretar palabra
alguna;
esta soledad inmensa
y un ligero vacío
recorre mi espalda
generando
un terrible escalofrío,
y el deseo de morir
cada vez es mayor,
mi tendencia suicida
me invita cada vez más
a brincar por la ventana,
y sé que sólo es un metro
hasta el suelo,
y la caída
se ve muy pronunciada
a pesar de ello.

Muere, muere,
el alma podrida,
y maldigo cada instante
a pesar de haberlo vivido inmensamente,
descanso en mi tumba de ceniza
y las flores marchitas
florecen en la maceta
del licor.

Nadie visita
ya el cementerio,
y la cripta
está cada vez más derruida,
y cada vez más perdida
en el olvido del recuerdo.

Óscar Olivares

Eternidad Mortal

Despertar oscuro
en tinieblas del infierno
que no es nada más
que el mundo mortal,
ingenuo, iluso, estúpido.

Paseos de corcel de hierro,
rugir de motor,
llamado de seres oscuros,
duendes en busca de hadas,
sudor de sangre
y ese palpitar,
ese palpitar.
Deseo de doncellas,
ninguna tiene sangre,
ninguna tiene corazón.

Lágrimas de sangre
que manchan
una lisa y triste opalina,
sólo unos cuantos garabatos.

Desvelar de sueños
de infeliz palidez,
pesadillas genéricas
en noches de septiembre.
Beber,
beber, de tu sangre correr,
ebrio,
ebrio de muerte y soledad,
caer,
caer, en la tumba otra vez,
despertar
despertar, a esa eternidad
del mundo mortal.

Óscar Olivares 

La Nada

Lentitud en el tiempo
años de intranquilidad,
nada es mucho, o tal vez poco;
alguna vez amé,
desterré mi corazón,
ahora soy nada.


Óscar Olivares

El panteón de Belén. Un panteón romántico en Guadalajara

En Guadalajara, que es la sombría y decadente capital de Jalisco, se encuentra un recinto arquitectónico que ha sobrepasado las barreras del tiempo, un recinto impregnado de un romanticismo sepulcral, mostrando altivamente sus impresionantes mausoleos, testigos silenciosos de estilos y formas de épocas pasadas.

Abordando la calle Belén llegaremos a la antigua calle de las Catacumbas, hoy Eulogio Parra, que es por donde antiguamente arribaban las carrozas fúnebres, con un merodeo triste, lánguido, entonando un tenue réquiem por aquel difunto.

En el vetusto año de 1843 el Cementerio de Santa Paula ve la luz, por orden del obispo Diego Aranda y Carpinteiro, fusionando una amplia gama de estilos arquitectónicos, destacando al estilo neo-gótico como el más notable del recinto; su portada se enmarca con 3 chapiteles que ascienden casi al cielo mostrando en el friso, una alegoría en el que un arcángel anticuado abandona la urna de sus cenizas, acompañado de dos párvulos que lloran profusamente

El interior del camposanto se ve engalanado por dos imponentes columbarios que constan de 50 arcos fajones, integrados por sobrias columnas jónicas; ya se ve por aquí el gavetario; por allá la capilla de velación; más allá el sarcófago se erige como la obra maestra del conjunto, que fungió como rotonda de los Jaliscienses Ilustres, hasta el año de 1947, integrado por 3 escalinatas que aparentan ascender por las columnas de orden egipcio que en total son 16; las otras dos escalinatas nos llevan a la cripta o capilla subterránea que contiene 64 nichos.
En las cuatro dimensiones del mausoleo se presentan efigies que simbolizan a las plañideras, las cuales cumplen incondicionalmente su labor de sollozar y darle un toque más melancólico al recinto.

Continuando por los senderos lacrimosos del cementerio encontraremos monumentos como el mausoleo de la familia Cuervo, que fue construido nada más ni menos que por el arquitecto Jacobo Gálvez, autor del teatro degollado; un zócalo resguarda a los cuerpos de la familias, enmarcado por baldaquinos funerarios que delimitan al capitel ascendiendo en forma de cruz; rodeando cada fémur encontramos la figura de una calavera que parece ser la vigía estoica del oscuro mausoleo.

Un mausoleo más del antiquísimo cementerio se erige desde al año de 1855. Éste corresponde a la familia Luna Corcuera, al que también se le considera capilla de difuntos, por sus magnitudes. Su estilo es neo-gótico afrancesado, de una elegancia y solemnidad  profusas, decorado de figuras que representan la sabiduría y la muerte, esbelto con sus finas formas marmóreas que representan la culminación de la vida, con unas eternas vírgenes sollozantes que guiarán nuestro camino al destierro eterno.


Otros mausoleos se presentan en el recinto, ya unos albergando antiguos clérigos, ya otros albergando a revolucionarios; lo cierto es que éste cementerio es un enorme libro de piedra en el que apreciamos las épocas que vivió nuestro país, tales como la revolución, la guerra cristera, el afrancesamiento, entre otras etapas, que reflejándose en las tumbas, terminan por ser petrificadas historias ataviadas de grises relicarios decorados con itálicas letras, inertes elegías románticas.

Es en este campo santo, antes llamado Santa Paula, donde se alberga un semillero de leyendas concebidas en esta ciudad, narraciones que rayan en la mofa y lo trágico, con tintes melancólicos y tétricos, recinto que sirvió en sus comienzos como última morada para los tapatíos perseguidos por las epidemias; éste el antiguo patio de los pobres, hoy un espacio arquitectónico magnifico, un lugar que trascendió de ser un simple cementerio a ser un espacio cultural, al que algunos llaman la lápida de Guadalajara.


¡¡¡LARGA VIDA A NUESTRO PANTEÓN DE BELÉN!!!

Por Fernando Salas