Carta Editorial

Saludos, estimados lectores:

Muchas gracias por seguirnos en cada edición. Este proyecto comenzó en un sueño y ya es una realidad que avanza cada día. Al principio, no todos apostaban por el, varios desertaron; pero ahora hay a quienes sí les interesa este portal obscuro. 

Me doy cuenta que es verdad que cuando estás abajo nadie te mira; pero cuando creces un poco ya estás a la vista de todos. Ustedes los que nos leen, dan vida y hacen la continuidad de la revista. 

Debo agradecer también a todos nuestros colaboradores, en especial a Asura, que siempre lo saco de quicio y lo cargo de trabajo corrigiendo nuestros "horrores" ortográficos.

Queremos saber tu opinión, ¿qué más te gustaría encontrar en la revista? Háznoslo saber contestando la encuesta que está en este enlace:

Encuesta a nuestros lectores 
https://docs.google.com/forms/d/197tPCW6aUkHDMdzX5_HdCuZUUGK0odnOGzMZ1YPIEW8/viewform?usp=send_form

O contactarnos por Facebook, escribirnos desde nuestro formulario de contacto, o bien, mándanos un correo a la siguiente dirección: revista.obscuridad.noviembre@gmail.com

Sean bienvenidos a la quinta edición, esperamos sea de su agrado.

Traficante de autoestima

Búscame en cualquier esquina.
Hoy seré traficante de autoestima.
¿Necesitas cirugía? Revisemos.

A ti que estás bien parado,
a los perros maltratados
y marionetas amaestradas,
atrapadas,
en el rol de los estrados.

Amas de casa menospreciadas,
cansadas de lavar escusados.
Niños golpeados olvídense del dinero.

No recibo donaciones,
ni cuento con cuenta bancaria.
Mi talento,
es ayudarte a autoamarte.

Un difícil arte
cuando está abarrotado
el sentimiento.

Te invito a soñar.
Mas tendrás que despertar,
pues este verso lírico
no es más
apuesto que cínico.

Aprenderemos a volar
sin necesidad de motor.
Einstein antes que científico
fue el más grande soñador.

Espectador del folklore que te rodea,
coge la lapicera,
inicia tu odisea,
gira tu imaginación
en la esquina tercera.
Encontrarás,
el viñedo de San Juan,
ó la más bella quimera.
 

Cualquiera que fuera
la trinchera en tu corazón,
abrocha tus agujetas,
hoy bailaras con tus ideas
el mejor danzón.

Por Christian García